En la punta más al sur de la isla de Córcega se encuentra Bonifacio es la joya de Córcega. Desde la cima del acantilado, Bonifacio ha desafiado la gravedad durante más de miles de años y es única en virtud tanto por su historia como por su extraordinaria posición geográfica.

Podemos dividir la ciudad en dos sectores: uno bajo, que corresponde a la marina o zona del puerto, y otro alto, donde se encuentra la ciudadela, que está construida sobre una roca calcárea de color blanco, rodeada por un mar de intenso color turquesa desde donde se puede ver Cerdeña y el Estrecho de Bonifacio, que separa las dos islas.

Hoy en día, Bonifacio está entre los planes de muchos turistas pero sus restos permanecen intactos. A veces conocida como “la ciudad de los acantilados”, trazados de los edificios antiguos se pueden encontrar en las murallas fortificadas de la ciudadela. El faro en el punto Timon indica la entrada al puerto de Bonifacio desde el mar. Hay bares y restaurantes con terrazas, vendedores de helados y boutiques dan la bienvenida a los visitantes a este encantador punto donde las olas besan los muelles.

Bonifacio es una ciudad perfecta para visitar, y recorrer sus increibles entornos naturales, explorar sus entrañables lugares, disfrutando de sus vistas, de sus playas y de la posibilidad que ofrece esta zona de Córcega para la práctica de deportes acuáticos en algunos lugares, deportes acuáticos de vela sobretodo.