La forma más inteligente de conocer el esplendor de la Costa Brava es mediante el alquiler de un velero. Mucho mejor si alquilamos nuestro barco en Empuriabrava, uno de los puertos deportivos marítimos más grandes de toda Europa que alberga casi 24 kilómetros de largo en alguno de sus canales con cabida para 5.000 embarcaderos privados.
Pero también esta localidad es una de las más singulares de la hermosa y conocida Costa Brava. Lo primero y más atractivo será el dar un paseo romántico por entre las calles pintorescas y seguidamente ir a tomar algunas tapas en algún local conocido. Empuriabrava es un lugar afamado que recuerda a Venecia o a Miami Beach y es igualmente afamado entre el turismo de vela. Aunque no sea un lugar asequible para todos los bolsillos, recibe multitud de alemanes, franceses, austriacos entre otros. Como es de imaginar, una vibrante y activa vida nocturna repleta de bares, discotecas y restaurantes donde picar algo de comer. Si la población habitual se dibuja en torno a 7.800 residentes locales, en los meses de verano la población se multiplica hasta casi 80.000 personas. Una auténtica locura náutica!! Además de parque de recreo para los propietario ricos de grandes embarcaciones de recreo, Empuriabrava también cuenta con una hermosa y gran playa, la Platja Empuriabrava. La cantidad de deportes relacionados con el mar y la vela son sobrecogedores, entre ellos destacan el surf, el submarinismo y la pesca.
Sin embargo, la actividad más popular es la de alquilar un barco en Empuriabrava para ir a recorrer el golfo de Roses o los rincones cercanos. Y es que no hay mejor forma para acercarse al Cabo de Creus, o Cap de Creus, y conocer la riqueza abrupta de su relieve que a artistas como Dalí sirvió de inspiración. Puedes acercarte al puerto de Cadaqués, el pequeño tesoro de la Costa Brava, un enclave pesquero ideal para pasear entre las callejuelas de su casco antiguo de casas blancas y ventanas azules, mientras la brisa del mar nos trae un aire fresco y relajado. Eminencias como Picasso, Buñuel, Lorca o Marcel Duchamp escogieron este lugar para la invocación de las musas. Las opciones para conocer la Costa Brava son múltiples. Desde Tossa de Mar, elevada con su castillo y muralla frente al mar; o “Caminos de Ronda”, una combinación perfecta de rincones litorales; o la Cala de S´Alguer, compuesto por sólo unas 12 casas pesqueras en total, alguna de las cuales habilitada para alquilar; o quizás la Playa de Canyelles o, como no, la Cala de Aigua Xelida, de extraordinaria única belleza. De otro interés, es la casa museo de Portlligat, la vivienda taller que fuera de Salvador Dalí, o las ruinas d´Empúries, de origen griego y romano.
Es el lugar perfecto para amarrar el barco de alquiler a alguna de las boyas que aquí se encuentran y así disfrutar del exquisito sonido del agua y la sobrecogedora belleza de los fondos.
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