Split - Split (7 días - 161 mn)

Nuestro crucero empieza en la ciudad de Split, cuyo puerto es uno de los puntos de partida más importantes para realizar este tipo de viajes en barco por el Adriático, junto con Dubrovnik. Si tenemos tiempo, antes de hacer el check-in en el barco de alquiler que hayamos contratado, podemos aprovechar para conocer un poco el centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.

Una vez a bordo, en nuestro primer día de navegación podremos disfrutar de las comodidades de nuestro velero, yate o catamarán de alquiler y tomar el sol en cubierta mientras nos dirigimos a la isla de Brac, nuestra primera escala. Fondearemos en Milna, una hermosa ciudad situada en una profunda bahía del mismo nombre donde se respira tranquilidad y historia a cada paso.

La isla de Brac es conocida sobretodo por sus minas de piedra, de alta calidad desde la antigüedad. Con piedra proveniente de estas minas se han construído desde el Palacio de Diocleciano en Split hasta la Casa Blanca en Washinton. ¡No olvides comprar un recuerdo de esta piedra tan internacional antes de embarcarte de nuevo!

De nuevo en marcha, esta vez con destino a Stari Grad, situada en una profunda bahía de la isla de Hvar. Antes de entrar en Stari Grad el capitán de nuestro barco de alquiler anclará en una bahía llamada Tiha (que significa “silencioso”), un paradisíaco rincón que hace honor a su nombre y donde podremos disfrutar de la natación o de la práctica del buceo. Y como la actividad acuática siempre abre el apetito, será el momento de degustar una de las inolvidables comidas que nuestro cocinero preparará durante el viaje en barco.

¡Es la ventaja de alquilar una goleta con tripulación! Finalmente llegaremos a Stari Grad (que en croata significa “ciudad vieja”), una pequeña ciudad rodeada por un paisaje salpicado de olivos y viñedos que seguro que os sorprenderá. Es especialmente recomendable caminar por la larga rambla que bordea la bahía.

En tu tercer día a bordo seguro que ya habrás conseguido olvidarte del estrés y estarás disfrutando al máximo de la experiencia. Cuando te levantes ese día estaremos camino de la ciudad de Hvar, en el extremo occidental de la isla del mismo nombre. Podrás disfrutar de tu desayuno mientras escuchas el sonido calmante de las olas, tomar el sol o leer un libro tranquilamente si te apetece.

Como el día anterior, haremos un alto en el camino, esta vez en la pequeña isla de Scedro, donde se servirá la comida. Por la tarde el patrón amarrará nuestro velero o yate de alquiler en el puerto de Hvar, un sitio tranquilo y relajado donde podremos disfrutar de una rica cena en cualquiera de sus bares y restaurantes. Quizá sea el momento de conocer alguna de las delicias de la cocina croata, que tiene mucha influencia de la cocina mediterránea de países como Grecia, Italia o España. Después de cenar podemos acercarnos al famoso club Carpe Diem, uno de los más populares de la vida nocturna de la costa.

Estamos en el ecuador de nuestro viaje en barco por la costa dálmata y hay que saborear cada instante. Por eso antes de entrar en el puerto de Korcula, nuestro próximo destino, fondearemos durante unas hora en frente de la pequeña isla de Badija, cerca de antiguas minas romanas de piedra, para disfrutar de la natación y el almuerzo en un escenario espectacular. Con un poco de suerte incluso puede que podamos ver algún ciervo del país, ya que viven libremente en la isla.

Por la tarde, amarraremos nuestro yate o velero de alquiler en el puerto deportivo de la ciudad de Korcula, donde según la leyenda nació Marco Polo, aunque no hay nada que lo pruebe. El casco histórico es pequeño pero muy bien preservado y lleno de vida. La antigua fortaleza veneciana está rodeada de restaurantes de pescado y pastas -hay una fuerte influencia italiana en la comida- regados con el buen vino blanco que se elabora en la isla.

Si nuestra visita es en los meses de julio y agosto es probable que podamos disfrutar de alguno de los espectáculos que se programan en el marco del Festival de los Juegos Caballerescos (Festival Viteskih Igara), entre los cuales destaca la Moreska (29 de julio).

Navegar en catamarán por el Adriático te permite descubrir joyas com la isla de Vis, un paraíso donde todavía no han llegado ni las multitudes ni los grandes complejos hoteleros. En Vis la palabra relax adquiere su significado más pleno. La costa se caracteriza por sus playas de grava natural, sus aguas limpias y transparentes y sus numerosas cuevas, aunque la más conocida, Modra Spilja (Cueva Azul) se encuentra en la vecina isla de Bisevo. El sobrenombre de Cueva Azul se debe a la tonalidad azulada que adquiere a causa de un fenómeno óptico, al reflejarse la luz solar en el agua del interior de la gruta. ¡El espectáculo es único!

Después de amarrar el barco en el puerto de Vis, te recomendamos alquilar un scooter para recorrer la isla. Puedes realizar la Ruta de los Vinos o visitar sus termas y su foro romano. En la parte alta de la isla hay un restaurante de ambiente tranquilo donde podrás disfrutar de un buen asado de cordero y verduras, acompañado de una puesta de sol única. Si prefieres pescado uno de los platos estrella es la Pogaca od slane ribe, una torta de pan y sardinas.

Siguiendo nuestro recorrido de isla en isla llegamos a Solta, otra de las hermosas islas croatas. Descubrir Solta en velero o catamarán nos permitirá pasar un día inolvidable. En cualquiera de sus bahías podremos relajarnos, darnos un baño y disfrutar de la comida que nos preparen a bordo. Rogac es el principal puerto de la isla y un destino ideal para los navegantes. Durante el día es un pueblo muy animado, pero de noche es tranquilo y silencioso porque la gente busca la diversión en Necujam y Stomorska.

En nuestro séptimo día a bordo navegaremos de vuelta a Split, donde pernoctaremos en el barco de alquiler. Serán nuestras últimas horas disfrutando del Adriático antes de dar por finalizadas lo que sin duda serán unas vacaciones inolvidables. Eso sí, después de amarrar aún nos quedan unas horas para disfrutar del animado ambiente que se respira a en las calles de Split, especialmente en la zona del puerto.

Mañana a las 9 de la mañana tocará despedirse del patrón y/o la tripulación que nos han acompañado en esta semana de viaje en goleta por las maravillosas islas del Adriático. Si optamos por alquilar un barco sin patrón será el momento de pasar el check out y empezar a pensar en la vuelta a casa. Seguro que nos vamos con un estupendo recuerdo y con ganas de más. En la costa dálmata aún quedan muchas islas por descubrir.