Barcos de alquiler fondeados en el mar del Caribe
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Port de Valldemossa, tierra de pescadores y magníficas cascadas

Ideal para embarcaciones de poco calado, el Port de Valldemossa es uno de los más puertos de Mallorca más bellos para visitar. Esto se debe a que al entrar por este puerto, se descubren paisajes y acantilados magníficos que no existen en ningún otro rincón de la isla mallorquina. 

 

Valldemossa, pueblo que reside en plena sierra de Tramuntana y considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, provee un viaje al medievo entre costas y montañas. Sus calles están empedradas, exclusivas para los peatones, y sus casonas fueron la principal inspiración del famoso compositor polaco Frédéric Chopin y la escritora francesa George Sand. No es por nada que las vacaciones que realizaron juntos, como amantes, al Valldemossa se quedaron plasmadas en la memoria de Sand bajo el título de Un invierno en Mallorca (1841). 

 

¿Qué recorrer en Valldemossa? 

 

Tratándose de un pueblo de belleza indiscutible, los atractivos turísticos culturales de Valldemossa se concentran en la Real Cartuja, la iglesia de San Bartolomeu y el Palacio del Rey Sancho. Son estructuras arquitectónicas que no sólo cuentan la historia de un pueblo, también la resistencia de varias generaciones que se encargan de preservar su vitalidad. 

 

En la Real Cartuja se destacan los frescos del cuñado de Goya, una antigua farmacia y diversas colecciones de arte del Archiduque Luis Salvador; y ahí mismo, se encuentra el museo de Chopin y George Sand, que tiene lugar en la celda número 4 de la misma cartuja y en donde se preserva el piano original de Chopin que trajo de París. También por la zona se pueden recorrer los jardines del rey Juan Carlos y el Palacio del rey Sancho, cuyas decoraciones nos recuerdan a las antiguas casas señoriales mallorquinas. 

 

Mientras tanto, en las callejuelas de Valldemossa hay tiendas, boutiques, cafés, bares, restaurantes y las famosas cocas de patatas (pan típico del pueblo) en cada panadería. Sin olvidarse de los mercados dominicales, con colores y productos locales que ensalzan los platillos con sus frutas, verduras, quesos y jamones ibéricos. 

 

¿Qué hacer en el Port de Valldemossa?

 

El Port de Valldemossa es, en realidad, el sitio que brinda una bienvenida y una despedida perfecta del pueblo. Hay quienes consideran que es la cereza del pastel. Navegar por las aguas mallorquinas en el Port de Valldemossa no sólo ofrece la posibilidad de disfrutar del mar en el barco durante un atardecer, también se puede aprovechar preparar y comer una deliciosa paella negra con los productos locales que se consiguen en lo inmediato. 

 

Navegar hasta Port de Valldemossa ofrece realmente unas vacaciones coloridas de atardeceres inolvidables, contacto con un mar turquesa que no se halla en ningún otro sitio y un completo olvido de las preocupaciones más que conseguir la felicidad con lo mínimo básico: la presencia en el paraíso.