Split - Kornati - Split (7 días - 147 mn)

Split puede considerarse el centro neurálgico de la costa Dálmata, no solo por ser un nudo de comunicaciones marítimas y terrestres, sino por la industria que se ha desarrollado. Es una de las ciudades con más horas de sol (7 horas de media en invierno y 12 en verano) y le caracteriza un clima muy suave durante todo el año. En Split encontramos una numerosa oferta de deportes náuticos e innumerables conjuntos históricos y arqueológicos en los que podremos entretenernos el último día de itinerario.

El segundo día de nuestro itinerario náutico por Craocia nos lleva hasta la bahía de Necujam, situada en la isla de Solta. Este golfo es considerado uno de las más bellas de toda la isla y además cuenta con una gran oferta de chiringuitos y si no habéis cargado con el equipo de paddle surf o kayak, aquí encontraréis varios sitios donde podréis alquilar el material. Sus maravillosas calas de aguas turquesas resultan imponentes. Cerca de Necujam se encuentra Podkamenica, una calita en la que los veleros amarran buscando el refugio de los vientos y las mareas.

Nuestro siguiente destino fue Rogoznica, una hermosa ciudad que conserva sus características casas de piedra y cuyos bosques de pinos le dan un aire mediterráneo único. La zona costera de esta población está repleta de calas y cuevas en las que aventurarse. Además, se trata de un destino turístico bastante importante, sobre todo para la navegación a vela debido a sus numerosas ensenadas apartadas y espectaculares islas, playas y pueblos pesqueros, por lo que tiene una variedad de servicios y oferta de ocio muy interesante.

La fabulosa isla de Zirje es famosa por sus espectaculares bahías, ideales para los navegantes por las que podréis discurrir suavemente, y sus zonas de pesca. Nuestra recomendación es que amarréis en la bahía de Stupica ya que está muy protegida de los vientos. Para dar un paseo y disfrutar de las vistas de las playas de postal de Zirje desde tierra, nada como visitar las ruinas de la fortaleza que data del siglo VI.

El archipiélago de Kornati bien merece un día completo de navegación, aunque podríamos prolongar la estancia lo que quisiéramos porque este parque natural tiene muchísimos rincones que descubrir. Con nuestro velero de alquiler podremos recorrer parte de los 147 islas e islotes que componen este parque natural. No podréis resistiros a daros un baño en las aguas de este paraje con una valor ecológico incalculable. Recomendamos fondear en Telascica Bay, una de las bahía más seguras y bellas de la costa ubicada en pleno parque de las Kornati.

Rumbo hacia el sur, seguimos dentro de las Kornati. No podemos dejar de parar en la maravillosa isla deshabitada de Lavsa, cuya rica vida marina la hace perfecta para practicar submarinismo, o para darse un chapuzón simplemente. Aguas transparentes y un puerto totalmente protegido de todos los vientos lo hace ideal para fondear en su costa y pasar el día disfrutando de la tranquilidad del lugar. Esta es una de las zonas más recomendables si hemos decidir pasar unas vacaciones navegando en familia.

El pueblo de Primosten tiene un agradable ambiente mediterráneo que merece un hueco en nuestro itinerario. Es una verdadera joya ubicado en la región de Sibemik. Cuenta con una particularidad y es que se trata de una isleta con forma de mini península (de hecho en sus inicios era una isla, pero se conectó a la costa con una pasarela que luego se convirtió en una lengua de tierra). No solo son estupendas las vistas desde la cubierta de nuestro velero de alquiler, sino que pasear por sus callejuelas es toda una experiencia.

El último día de este itinerario es perfecto para escaparse por la ciudad de Split. Una vez hayamos devuelto nuestro barco de alquiler en la marina donde lo recogimos, comprobando antes que todo está tal y como iniciamos el trayecto, podemos adentrarnos por las calles de una de las localidades clave de Croacia. En esta ciudad es imprescindible visitar el Palacio de Diocleciano, emperador romano que hizo construir allí su residencia una vez se retiró de la vida política y que es uno de los palacios de la época mejor conservados.
Los vestigios romanos salpican sus calles por lo que nos es extraño encontrar columnas de la época. También se puede visitar el Museo Etnográfico de Split y nada mejor que disfrutar del paseo marítimo que une el puerto de mercancías con el puerto deportivo y en el que se pueden ver algunos monumentos de estilo renacentista.